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Mostrando entradas de mayo, 2011

DESPIERTO

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Desgrano lentamente la semilla de mi pensamiento tratando de encontrar su fruto podrido y arrancarlo de cuajo si procede para lanzarlo con rabia hacia el olvido. Desbrozo de yerbajos mi memoria malas hierbas que ensombrecen la alegría ocupando el lugar donde las flores antaño iluminaban nuestros días. Descuartizo miembros mutilados inútiles cuerpos ya sin vida decrepitudes rancias en el tiempo como el yugo que aprisiona y enraíza. Desperezo de una muerte silente oculta tras rocambolesca vida amenazante relámpago de tormenta celosa como el faro a su vigía. Desembarco, por fin, en nuevo puerto bocana mansa y aguas profundas para reparar este galeote viejo que me lleve a una nueva singladura.
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Duerme Octubre en mis venas, sangra mi vida hojas sin sentido... viene a cubrirme, dormida en el olvido, la estrella errante y sola, portadora de penas Respiro soledad, no encuentro mi camino, no sé si volveré sobre el paso borrado... ¡Quien fuera la verdad herida en el pasado para acallar el triste sendero de mi sino! Pero se aleja el mar y mueren las gaviotas, muere la tempestad y el torbellino... muere la calma y, con silente trino, muere mi vida sin miedo entre sus gotas.

AMBITO

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Nostalgia de tu forma. Amanecer. Desfile de lunas que cada noche eclipsan mi lecho anónimo con sus amores detallistas. La vida o el horizonte, un eco. Es mentira que mis esbirros destruyeron el cielo de tu paladar para conseguir un soplo de tu aliento. La hora y el silencio, algo quieren. Renace en mi la esperanza: ya no muero. El viaje de los elegidos sigue su camino hacia la ruta de la gloria: el espacio(instante pretérito más allá de la luz). Viento y palabras, sombra y futuro. Una batalla entre cuerpos desconocidos ha terminado en fervoroso llanto. Piedad o desamor se extinguen en sucesión. Miradas sin límite, febriles, hacen sangrar mil estrellas, esas solitarias compañías que iluminan mis días. La eternidad siempre pasa de largo porque la virtud de lo inmaterial no significa nuestro fin.
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Por el agua de Granada solo reman los suspiros, cuando el lamento escondido vuelve la esperanza en nada, sabiendo que le he querido. Embrujo de sol y viento, quejido hecho melodía, noche que murió en el dia llevándose en un momento su cariño que escondía. Imagen del Albaicín que grabaste en mis pupilas las indolentes heridas que produjeron en mí, su silente despedida. Dile que vuelva a mi lado, dile que mi amor recuerde, dile que en Granada su duende le robó su corazón y me lo sembró en mi mente. Y aunque sé que cual cascada yo resistiré a su olvido, remarán tal vez sin ruido, por el agua de Granada mis solitarios supiros...

LA REALIDAD DEL DESAMOR

Borrar toda tu vida de un plumazo es la triste consecuencia de tenerte presente en mi olvido. Tengo la libertad necesaria para repudiarte largamente y no arrepentirme de ello: el rubor,antaño amoroso, huye por completo de mi ser y un vacío poderoso me acompaña. No puedo evitar estos devaneos continuos que por tu desamor siento. Hilazones de locura van acaparando mi destino. Soy una piltrafa, un desajuste amoroso en tu recuerdo más querido. Troquelado por un arco iris de tristeza te evoco continuamente, a pesar del pavor que apabullan mis sentidos. De este dolor ronco y auténtico renace el amor desapasionado, el que mata las ilusiones en la bruma de la desesperanza. Y es que olvidarte se ha convertido en mi pasatiempo favorito, en la plegaria diaria al dios del desamor, en una quemazón continua que cauteriza la realidad; esta cotidiana irrealidad, esta realidad tendenciosa que me abruma todos los días.

INTROSPECCION

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No te conozco. Por un tiempo pensé que tú para mí no guardabas misterios. Ahora no sé quién eres. Tal vez nunca existieras. Acaso una simple alucinación de mi mente. Dime tu nombre, porque tienes un nombre ¿verdad? No es la distancia, ni el tiempo, lo que se interpone entre nosotros. No es hombre el que calla cuándo las palabras carecen de sentido. No son ojos los que miran al no ver lo evidente. Es la oquedad del sentimiento cuándo la razón ajena a su propia naturaleza busca en vano sentido a la conmoción. ¿Sueños? ¿Evocaciones? ¿Palabras pronunciadas desde un perdido nirvana? No puedo verte, no quiero. Es la brutalidad de tu indiferencia lo que me obliga a huir. Tu displicencia. Lejos. Un eco susurra en mi memoria. Resonante e iterativo. Flagelándome al compás de tu recuerdo. Mortificándome en la más cruel renuncia. Es el holocausto terrenal. No debo inmolarme en un verbo sin sentido. Es el origen del hombre, su propio génesis. La supervivencia de la especie. ¿Qué especie? ¿Tú y yo s