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Mostrando entradas de junio, 2011

LIGERO DE EQUIPAJE

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Parto ágil, vacio de recuerdos, liviano de equipaje, presuroso a donde el destino me arrastre. No echo amarras, ni anclo obligaciones. No me aferro a lo fatuo, a lo insulso y petulante, al humo que en vano intenta ocultarme. Extiendo mis alas comenzando vuelo raso. Huyo hacia otros mundos, en busca de otros parajes, más limpios, más sanos, donde el aire huela a fresco donde la amargura no me lastre.
Haz que despierte al amor,oh musa, en este amanecer lleno de besos que atenazan de amor estos huesos. Sé lo que yo quiero:mi única excusa para que te pueda ver como musa y contemplar siempre tus embelesos, y acostumbrarme a todos tus excesos que tienen una luz alba,difusa. Esa luz me guía por el camino de la creación más vibrante y perfecta. Se parecce a un ataque repentino asaltando mi intimidad inquieta que atraviesa este amor tan peregrino. Fuente de inspiración,hazlo:¡despierta!

ALMAS

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Almas que errantes vagan por un mundo siniestro, abandonadas a su sino, a un destino incierto, oscuro , aleatorio, indeciso. Espíritus sedientos de certeza, hambrientos de cordura, ávidos de sensatez, para poder ser capaces de discernir y llegar a alcanzar el entendimiento suficiente para descifrar lo impenetrable de este mundo desalmado.

A VECES

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Algunas veces, sin tiempo ni medida, a deshora y desubicados, la vida nos zarandea. Nos sorprende, nos asalta sin previo aviso y nos modifica el rumbo. Algunas veces, sin quererlo, nos convertimos en juguetes aleatorios del destino que nos esgrime a su antojo. Algunas veces, sin ser nosotros mismos, buscamos esa sombra perdida, ignorando las nubes de tormenta que ganan la partida. A veces… Algunas veces…

Luis Eduardo Aute-De alguna manera

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AGUA Y SAL

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Cuándo la marea regresa, a su paso, a su inevitable y azaroso retorno, destruye, devasta y abate todos los sentidos, desgarrando y hendiendo la piel de la tierra, para rasgar jirones a la naturaleza viva. No escapo, ni huyo. Estoicamente soporto los embates que el transcurrir del tiempo me confinan, impávida e imperturbable, humillada ante un juicio donde el alegato "duda" es, tan solo, algo imperdonable. Salobre, que olvidado abandonas, socavando las esperanzas de quien aún perdura, pese a todo, pese a todos, eternamente pétreo.