Tal vez soñar...

Fruto de verde sarmiento que en líquido te has convertido, durmiendo en barricas de roble durante lustros escondido. Emanas vapores etílicos embriagando los sentidos provocando sensaciones nuevas, evocando mundos prohibidos. De muy diversos colores desde el rojo al amarillo, iluminas copas talladas, conviertes todo en festivo. Con la vendimia apareces cerrando época de estío poniendo fin al verano entre fiestas de tronío. Licuas tu alma en bodegas ofrendas tu sacrificio de ser uva ya madura para pasar a ser vino. Cuándo tu maduración alcanza el grado previo elegido, abandonas seguro refugio para embotellarte en vidrio. Te visten de bellos colores. Te amarran con redes e hilos. Te taponan con los corchos para no perder tu espíritu. Finalmente a la mesa llegas como un dios a su Olimpo, sacando cuerpo y carácter demostrando poderío. Qué solo el vino se bebe sabiendo que bebes vino, cuándo paladar se tiene, tiempo, amores y amigos.

Abrí ventanas al aire para sentir el viento de cara. Brisa que a mis pulmones reaviva y engrandece mi alma. Dejé pasar esa bocanada de energía renovada. Y el huracán que produjo derribó todas las tapias. Prefiero vivir al aire, con la luna como almohada. El cielo extensa manta que cubra mi piel dorada. Y que ningún muro enclaustre esta libertad legada.